29 de noviembre de 2009

lechus de ayer y hoy (la visita al zocalo)

Los días familiares ya prácticamente son inexistentes, este domingo salí con mis papas a dar el rol al zócalo de puebla, cosa que no pasaba hace no se cuanto tiempo pero al buen lechu le dieron ganas de echarse una hamburguesa del “KFC” y con la escusa nos dispusimos a salir.

Este domingo se llevo a cabo un maratón en la cuidad de puebla cerraron no sé cuantas calles pero es domingo así que no se desato el caos con los siempre educados y poco estresados automovilista, las últimas líneas han sido mencionadas por el zócalo precisamente fue un punto de encuentro para los corredores.

Una vez que la familia Rosas (lo que queda de ella) hizo su llegada a dicho punto todo había acabado y pude percatarme de una gran verdad, los mexicanos somos unos cerdos, en efecto botes de basura vacios y botellas papeles y los que se les ocurra tirados en las calles y jardines del zócalo, procedimos a ir al “KFC” donde cabe señalar que había estampidas de chamacos y el lugar estaba lleno, compramos las hamburguesas que acabaron siendo un refresco jumbo, papas grandes y no sé qué otra cosa el punto principal de eso fue que todo gracias a 7 pesos más (con razón los gringos son una marranos).

Ya en el restauran de comida rápida la astucia de mi papa nos consiguió mesa rápido, comíamos tranquilos cuando llega una señora –cuando se vayan me podrían dar su mesa-, mi papa –si claro- bueno la fulana con dos chamacos con cara de Satán y ojos de infierno se cansaron de jugar y sin darme cuenta ya estaban comiendo a mi lado, chales que gente mas gandalla aunque me dieron lastima pobre gente con cara de “te-regalo-a-estos-niños-pero-llévatelos-ya”, así que no me puse fresa y no le preste importancia.

Una vez llena la barriga con el pollo sin patas de “KFC”, nos dispusimos a dar el rol por el zócalo y aparte de que estaba asqueroso y olía raro había unos pseudo-eventos-culturales y los denomino de esa forma, porque estaban hechos con las patas, las coreografías de las danzas tradicionales demostraban que no solo son un montón de payasos disque vestidos de indígenas que se ponen a bailar en un escenario, para faltas de respeto en un ratito.

Esta visita al zócalo no me gusto había mucha prole (dijese mi papa) y si se merecen el termino por ser unos puercos que en un ratito le dieron en la madre al “bello” zócalo de nuestra ciudad.

Lo cierto que el zócalo de puebla es muy bello de los mas bellos en todo el país diría yo, cuando no hay un montón de puestos, basura y pseudo-eventos-culturales el zócalo es un lugar muy turístico y cool pero es una lástima que cuando hay eventos ahí acabe hecho una mugre por la falta de educación de muchas personas.

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